Acaba de Aparecer un Nuevo Tiranosaurio
Todos conocemos al Tyrannosaurus rex, con su cara llena de cuchillos y sus adorables bracitos.. Los paleontólogos tenemos mucha información sobre el T. rex gracias a los numerosos fósiles que se han hallado – más de 40 en total. Esa cantidad de datos nos da la capacidad de juzgar si una característica está dentro del rango de una variación típica o si es algo distinto.
La mayoría de las veces, los paleontólogos sólo tenemos un puñado de especímenes de una especie determinada y tenemos que hacer inferencias a partir de ellos. A veces tenemos sólo un espécimen y las inferencias se vuelven muy difíciles (busquen en Google el debate sobre el Nanotyrannus como ejemplo).
Pero no con el T. rex. Tenemos muchos especímenes de ellos. Sabemos cómo eran y la variedad de rasgos que tenían.
Y ese es el contexto de la nueva especie de Tyrannosaurus encontrada en Nuevo México, Estados Unidos. El espécimen original fue encontrado hace un tiempo y los análisis mostraron que se trataba de un T. rex. Sin embargo, el descubrimiento de algunos huesos más del cráneo y un nuevo análisis realizado en un estudio [publicado] en enero (2024) arrojaron dudas sobre el diagnóstico original.
Los huesos del cráneo muestran características que están fuera del rango conocido del T. rex. Y no es sólo una característica en un hueso… cada hueso muestra una característica diferente a la que se ve en el T. rex.
Los autores señalan que estas diferencias no se deben a diferencias de tamaño o desarrollo porque este nuevo tiranosaurio-Tyrannosaurus mcraeensis (llamado así por la Formación McRae, donde se encontró) es del tamaño de cualquier T. rex adulto. Los autores también señalan que las diferencias son sutiles, pero que también lo son las diferencias entre otras especies dentro de la familia de los tiranosaurios.
La Formación McRae tiene rocas que son 7 millones de años más antiguas que las rocas posteriores que contienen T. rex, lo que brinda más evidencia de que este espécimen es una especie nueva.
Mi único deseo es que encuentren un hueso largo, para que podamos analizar la edad del espécimen – por ahora es sólo parte de un cráneo y un poco de cuello. Y también quiero decir que examiné este estudio con muchas dudas. Muchos investigadores quieren derrocar al T. rex, dividirlo en especies múltiples, o descubrir algo novedoso sobre él, así que comencé a leer este estudio con reservas. Sin embargo, los autores hacen un buen trabajo al abordar esas dudas can la evidencia que muestra el fósil. Sólo el tiempo y más fósiles dirán si esta hipótesis se mantiene.