Los Hadrosáuridos que Comían Cangrejos
La semana pasada, se publicó un [artículo] que describe unas heces fosilizadas. ¡Así es, heces! Cuando las heces se fosilizan, se llaman coprolitos (‘copro’ por heces y ‘lito’ por piedra).
Estos coprolitos vienen del Monumento Nacional Grand Staircase-Escalante en Utah (USA) y son de alrededor de 76-74 millones de años atrás. Los coprolitos contienen pedacitos de madera deteriorada que habían sido masticados antes de ser tragados. De los dinosaurios que se conocen de esta área y tiempo, lo más probable es que los hadrosáuridos son los responsables de estas heces. Los hadrosáuridos tienen dientes especializados en triturar y romper la vegetación dura para hacer más fácil su digestión. En vez de tener sólo una fila de dientes, los hadrosáuridos unen docenas de dientes en una colección dental gruesa (llamada batería dental). Todos los dientes trabajan juntos para crear una superficie grande y chata para la trituración.
Sin embargo, los coprolitos de los hadrosáuridos tenían algo más que pedacitos de madera deteriorada. ¡También tenían pedacitos de caparazones de cangrejos! Y no era solamente un coprolito que contenía caparazón de cangrejo. Varios coprolitos de áreas y tiempos diferentes contenían caparazones de cangrejos. Esto indica que no semtragaron los cangrejos accidentalmente, sino que los hadrosáuridos estaban comiendo los cangrejos a propósito.
¿Cómo podemos estar seguros? Sabemos cuán anchas eran las bocas de los hadrosáuridos y sabemos cuán grandes eran los cangrejos. ¡Resulta que los cangrejos hubieran ocupado una proporción grande (20-60%) de la boca de un hadrosáurido! Si el dinosaurio no hubiera querido comer el cangrejo, lo hubiera notado y lo hubiera escupido. Los autores piensan que durante épocas cuando la vegetación fue más difícil de encontrar, estos dinosaurios habrían comido las maderas deterioradas que los cangrejos también comían. Al mismo tiempo que los dinosaurios comían la madera, también comían los cangrejos, que eran una buena fuente de proteína.
Este estudio nos indica que aunque pensamos que los dientes se especializan en un tipo de comida, los animales podrían haber comido una variedad más grande de alimentos de lo que pensábamos.